Edición: #numeral
Páginas: 303
“¿Cambiamos el destino o lo [hacemos] realidad?”
El futuro siempre fue (¿y será?) incierto, pero en esta historia hay unos científicos y una corporación en especial que están dispuestos a dar vuelta las cosas y lograr que unas pocas personas sean capaces de lograr ir al futuro. Su idea principal es enviar a un grupo de adolescentes 10 años en el futuro para que recojan información sobre las tecnologías que se desarrollaron. ¿Por qué justamente adolescentes? Porque según sus estudios, el cerebro de estos todavía está en desarrollo, lo que facilita que no sufran pérdidas de memoria, desórdenes de personalidad o como ellos lo llaman: el Shock del futuro.
Elena, nuestra protagonista de 17 (al borde de cumplir los 18), está ya hace varios años a cargo de una familia que se ocupa de cuidar a chicos huérfanos o sin hogar hasta su mayoría de edad. Así que tiene que empezar a buscar una forma de sobrevivir, una forma de poder seguir con su vida y no estancarse quedándose sin hogar y sin plata para estudiar, lo que es su sueño. Es por eso que cuando la Corporación Éter llega a ella con la propuesta de ser parte de un estudio científico por solo un día, el cual va a compartir con otros cuatro adolescentes, le parece demasiado bueno para ser verdad, pero a pesar de dudarlo, lo acepta. La paga es demasiado buena como para desperdiciar la oportunidad.
“Nunca olvidaré las cosas terribles que vi, pero siempre recordaré las cosas maravillosas que presencié.”
Es así como Elena, Adam, Chris, Zoe y Trent son los elegidos por Lynne, la que está a cargo del proyecto. Ellos no tienen la menor idea de por qué, pero sospechan que debe haber sido por sus habilidades. Por ejemplo, Elena tiene una muy buena memoria, nunca se olvida de nada, aunque quiera. Luego de conocerse y obviamente no caerse bien, emprenden este viaje por solo 24 horas (las cuales solo se sienten como 12 minutos en el presente). Pero… cuando llegan al futuro, algo está mal. Las cosas no están como les dijeron que estarían; así que deciden empezar a investigar y rompen la regla número 1: no averiguar sobre sus “yo del futuro” y descubrir que algunos de ellos no van a tener un futuro tan brillante, si es que lo llegan a tener…
Este es otro de los libros que más me gustaron de los pocos que pude leer este año. Es llevadero, los personajes son totalmente creíbles, y lo que es sorprendente es que todo transcurre literalmente en 24 horas (si contamos el tiempo del futuro). Pasa todo demasiado rápido, lo que hace que la historia te atrape aún más. Vayan y léanlo, háganme caso® (ya es mi frase de cierre de reseñas, sí).
Orden de la trilogía:
Future Shock (2016)
Futuro Threat (2017)
Future Lost (2018)
¡Gracias @SomosBestya por el ejemplar!
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